En París, Francia como en la mayoría de las urbes hay un problema con el control y la higienes de las personas sin hogar o con urgencia de encontrar un baño público.
Y es que, en algunas de las partes más transitadas de esta ciudad se siente un fuerte olor a orina; el cual, es desagradable y es cortesía de algunas personas que no conocen un tanto la educación, sin embargo, se ha puesto en marcha un plan de re-diseño para crear una alternativa sustentable al problema y aprovechar los desechos de estas personas.
De la mano de una agencia creativa se han desplegado alrededor de la ciudad 4 eco-orinales; los cuales, están pensados para transformar en composta los desechos urinarios de los usuarios a la vez que eliminan el mal olor.
Sin embargo, existe un problema que no es propio del diseño; y es que no ha todas las personas les es grato ver hombres adultos orinando en la vía pública, ya que parece un regreso al medievo y puede ser una actividad un poco fuerte para los menores de edad, después de todo se trata de orinar al aire libre.
Visto en: Co-Design
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